Así resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1. El imputado, Mariano Leonel Balastegui, no asistió a la lectura de la sentencia, y se ordenó su inmediata detención, ya que llegó en libertad a esta instancia del proceso judicial.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 condenó hoy a la pena de 16 años de prisión a Mariano Leonel Balastegui (31), por la muerte de Milagros Tornari, la adolescente de 17 años embarazada que perdió la vida al recibir una bala durante un conflicto entre vecinos del barrio Pampa y de la Villa Evita.
El imputado llegó en libertad a esta instancia del proceso judicial, pero este lunes, ante la posibilidad de una condena que lo obligara a ir a la cárcel, no se presentó ante el tribunal para oír el veredicto. Los jueces, Néstor Conti, Juan Manuel Sueyro y Ricardo Perdichizzi, encomendaron la detención inmediata de Balastegui para empezar a cumplir su pena en el complejo penitenciario de Batán.
La defensa de Balastegui dijo desconocer cuál es su paradero. Incluso llamaron al hombre y le mandaron mensajes de Whatsapp, pero en ningún caso tuvieron respuestas. Sí pudieron avisarle a los padres. Ahora, los abogados del condenado deberán intentar que se presente para que empiece a cumplir con la pena o, caso contrario, el Tribunal ordenara la captura.
Cabe recordar que, en sus alegatos, la fiscal Romina Díaz y el abogado que representa al a familia de la víctima, Marcos Bouzas, habían solicitado la pena de 23 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Mientras que la defensa de Balastegui había pedido en un principio su absolución, por entender que no había pruebas contundentes, y de manera subsidiaria que en caso de darle una pena, que se ajustara al mínimo, es decir de 8 años.
Finalmente los jueces del Tribunal N° 1 fallaron en sintonía con lo planteado por las partes acusadoras y condenaron al imputado a 16 años de prisión.
Además de condenar a Balestegui, en la sentencia los jueces Conti, Sueyro y Perdichizzi ordenaron que se investigue la posible comisión del delito de amenazas a testigos que pasaron por el debate, ya que una mujer incluso lo dijo durante su declaración: que tenía miedo de hablar porque había sido amenazada.
Antes de la sentencia, familiares de Milagros Tornari, reclamaron “que se haga justicia y quede detenido para poder estar más tranquilos”.
“Milagros aquel día solo pasó por ahí. Era una nena inocente. Estaba estudiando, estaba embarazada… como familia atravesamos tres años muy difíciles”, dijo la tía de la víctima.
El caso
El barrio Pampa es un complejo habitacional de edificios bajos, delimitado por las calles Bouchard, Vértiz y Ratery, que en la madrugada del domingo 2 de agosto de 2020 se transformó en el escenario del asesinato de Milagros Tornari, una adolescente de 17 años que vivía junto a su novio en la villa Santa Rita.
Esa madrugada, cerca de las 1.40, el 911 recibió 17 llamados desesperados de vecinos de los edificios de Ratery entre Bouchard y Vértiz para denunciar que un grupo de personas intentaban entrar por la fuerza para buscar a un hombre. Los llamados describieron con horror que las personas golpeaban con palos puertas, ventanas y que había producido algunos destrozos.
La policía fue hasta el lugar y fue recibida a piedrazos por unas personas que serían de la villa Santa Rita (Vértiz y la vía) y tras un breve conflicto consiguieron dispersarlas, pero a las 2.30 el conflicto se reanudó y los enfrentamientos recrudecieron, ya que esta vez un hombre de la planta baja del edificio, identificado como Balestegui, acompañado por al menos otros dos, salió armado y a los tiros.
Milagros Tornari pasó justo en ese momento por el lugar junto a su novio. Ambos caminaban para llegar hasta su casa, que queda a unas tres cuadras de los edificios de Ratery y Vértiz, cuando se encontraron con un enfrentamiento y, en ese contexto, la adolescente recibió un disparo en el pecho.
Balestegui intentó huir, pero fue perseguido por las personas que estaban en el lugar. Al llegar a Fortunato de la Plaza y Ciudad de Dolores un patrullero de la comisaría 16° frenó a las personas que le daban caza y lo subió al móvil. La turba interpretó la situación como un “rescate”, por lo que tiraron piedras contra la policía.
Balestegui pasó 26 días preso en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán hasta que fue liberado, ya que no tenía antecedentes penales y no existía, para la Justicia de Garantías, riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.
Casi tres años después, el hombre fue condenado a la pena de 16 años de prisión por ser considerado responsable de la muerte de la adolescente.